Al tomar una decisión entramos de lleno en el juego de la vida y, aunque luego demuestre ser equivocada, nos dará el aprendizaje necesario para futuras partidas que nos proporcione la vida.
Algunas personas tardan mucho en estabilizar su estado físico y mental tras haber sido víctima de alguna circunstancia adversa.
Lo cierto es que, cuando el infortunio nos alcanza personalmente, no nos morimos y aprendemos a soportarlo, porque la naturaleza, la evolución biológica, nos ha programado para eso, para sobrevivir. Por supuesto, nuestra vida deja de ser como antes, y hay que cambiarla haciendo uso de la principal y más poderosa capacidad del cerebro y la mente humana: razonar para ver las cosas de otra manera, para reducir nuestros sentimientos negativos y para proponernos metas y objetivos enraizados en la nueva situación que vivimos; en dos palabras, para resistir.
Aun así, en el día a día también constatamos que unas personas resisten mejor que otras el malestar y el estrés que provocan las diferentes adversidades. Hay quien lo sufre menos y enseguida se recupera, mientras que otras personas lo acusan más y tardan mucho en estabilizar su estado físico y mental tras haber sido víctima de alguna circunstancia como las anteriormente mencionadas. Para referirse a esa diferente capacidad de recuperación de las personas, la psicología ha asumido el término resiliencia, tomado de la física y la ingeniería.
En su origen, ese término se refiere a la capacidad de un material o cuerpo físico para recuperar su estado normal después de haber sufrido alguna presión mecánica que lo ha doblado o modificado.
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de psicología a gestionar el estrés. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.
Muchas personas se bloquean a la hora de tomar decisiones importantes por miedo a equivocarse. Y sin embargo son el argumento principal de la vida. Lo que algunos llaman destino o karma se compone de un sinfín de pequeñas y grandes decisiones que generan consecuencias.
La mayoría afrontamos sin dificultad las pequeñas elecciones cotidianas, pero cuando se presentan las que son cruciales es fácil que nos asalten las dudas o que lleguemos incluso a la parálisis por análisis.
Para salir del bloqueo proponemos algunas claves prácticas.
→ Desafía la idea. Cuando se trata de una decisión con importantes consecuencias, una manera de ponerla a prueba es tratar de destruirla a través de la pregunta: ¿Cuáles serían las razones para no tomar esa decisión? Si no encuentras al menos una buena razón, significa que la idea puede ser sólida.
→ Genera múltiples opciones. A veces la elección no está entre A y B, sino que el abanico de opciones es mucho más amplio. Tal vez se trate de una vía intermedia entre A o B, o de otra alternativa que no se nos había ocurrido hasta ahora.
→ Atrévete a equivocarte. En la vida hay momentos en los que no podemos elegir no decidir, ya que determinados contextos nos obligan a hacerlo, y no queda más remedio que asumir las consecuencias de nuestros actos. Es mejor errar y, a partir de ese nuevo conocimiento, corregir el rumbo que permanecer de brazos cruzados.
En el juego y en la vida, quien no tiene ningún plan se ve arrastrado por los planes de los demás.
Un mal plan es mejor que no tener ningún plan.
Al tomar una decisión entramos de lleno en el juego de la vida y, aunque luego demuestre ser equivocada, nos dará el aprendizaje necesario para futuras partidas que nos proporcione la vida.
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de psicología a salir de la parálisis ante decisiones importantes. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.
Atención Temprana comprende el conjunto de intervenciones que atiende al desarrollo de la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno.
Tiene como objetivo principal dar respuesta lo antes posible a las necesidades transitorias o permanentes que presentan los niños/as con trastornos en su desarrollo o que tienen el riesgo de padecerlos.
La intervención se basa en la globalidad del niño, considerando su momento evolutivo y las necesidades del mismo en todos lo ámbitos.
Este servicio ha de llegar a todos los niños, teniendo en cuenta factores del desarrollo infantil, como cualquier tipo de trastorno o alteración en su desarrollo, sea de tipo físico, psíquico o sensorial, o se consideren en situación de riesgo biológico o social. Todas las acciones e intervenciones que se llevan a cabo en atención temprana consideran no sólo al niño, sino también a la familia y a su entorno.
El servicio de Atención Temprana ofrece y destaca la importancia de la prevención, detección temprana e intervención precoz para el desarrollo del niño y sus capacidades.
Servicios que prestamos:
Durante el tratamiento, se orientará a la familia dotándola de estrategias y pautas para trabajar en casa, así como, se atenderán sus necesidades. Para ello, se ofrecen reuniones iniciales y de seguimiento con el fin de llevar a cabo una intervención individualizada en base a las necesidades y al contexto del niño y la familia.
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte con cualquier duda o consulta, estaremos encantados de ayudarles. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.
En este curso te ayudamos a mejorar tu método para preparar las oposiciones, poniendo énfasis en la técnica y la planificación. Además, te ayudaremos a mejorar el rendimiento intelectual a través de hábitos y actitudes que facilitan el aprendizaje, ofreciéndote técnicas para manejar tu ansiedad y enfocarte en lo verdaderamente importante.
Descubrirás como mejorar tu rendimiento y mejorar la seguridad en ti mismo. Terminarás siendo un opositor más eficiente y productivo.
Contenido del curso:
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.
Ante todo, no minimizar el problema. Actuar. Evitar a toda costa los “no pasa nada”, “son cosas de chicos” o “tal vez le provocaron”. La no intervención hará que el problema se perpetúe en el tiempo a través de nuevos episodios con nombres diferentes y que, incluso, llegados a la edad adulta, se transformen en casos de violencia de género, maltrato o acoso laboral. El agresor, a fin de cuentas, es en este caso otro menor de edad que también necesita ayuda. Tienen que establecerse unas consecuencias lógicas y coherentes con la situación ocurrida, que vayan orientadas a reparar el daño causado y en las que se trabaje la empatía: cómo te sientes, cómo has hecho sentirse a los demás.
Recurrir a nuestra unidad de psicología para adolescentes a buscar ayuda profesional es de vital importancia y ayudará a identificar todo lo que se esconde detrás de la situación de acoso. Porque, en ocasiones, los mismos agresores sufrieron un abuso en el pasado, y lo pueden estar reproduciendo; o provienen de un entorno familiar en el que la violencia está normalizada. Por eso es fundamental enseñarles a relacionarse de una manera diferente, a tener un comportamiento asertivo en lugar de agresivo y a trabajar la inteligencia emocional y la empatía. Son jóvenes que actúan de forma muy impulsiva, carecen de estrategias no violentas para resolver conflictos y suelen tener una baja capacidad de autocontrol y poca tolerancia a la frustración.
La prevención ha de empezar a trabajarse en casa y desde edades tempranas, porque si esperamos a hacerlo hasta los 17 años, es fácil que lleguemos tarde. Practicar la empatía implica enseñarles a ser solidarios y a hacer cosas por los demás, para que vean que en el centro escolar se puede ser líder teniendo una actitud de cooperación. Se debe favorecer muchísimo la cercanía, la comunicación y el diálogo con nuestros hijos e hijas desde las primeras etapas, para saber cómo es su día a día, cuáles son las mejores cosas que les han sucedido y las dificultades que han podido tener, sin olvidarse de fomentar el sentimiento de pertenencia dentro de la familia. A nivel preventivo, es necesario estar muy al tanto de con quién se relacionan y cuáles son los desafíos a los que se enfrentan. Y que te vean como un modelo de referencia y te puedan consultar cualquier duda o problema.
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de psicología en todo el proceso. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.
La tristeza, «es una de las emociones que más se acercan a la resignación y a la aceptación. Se encuentra allí donde ocurre lo irreversible: cuando perdemos algo o a alguien y nada puede hacerse para recuperarlo». Y más adelante nos dice que «con sus sentimientos de saciedad y aceptación, su sosiego e incluso su apatía, la tristeza, a diferencia de la depresión, es una parte importante de nuestras vidas. Se trata del proceso mediante el cual reunimos el coraje para adaptarnos a una nueva versión de nosotros mismos tras una pérdida o decepción. Nos protege mientras descansamos y nos da fuerza».
En resumen: a la tristeza, más que espantarla, hay que abrazarla, para poder transformarla en «creatividad, trascendencia y amor». «La palabra nostalgia denota etimológicamente ‘dolor del regreso’, el dolor que produce no poder regresar. Lo que te hace sufrir es lo que te importa. Te duele precisamente porque te importa. Por tanto, la mejor respuesta al dolor es sumergirte más aún en tu empatía, que es exactamente lo contrario de lo que quiere hacer la mayoría de nosotros. Lo que queremos es evitar el dolor: mantener a raya lo acre preocupándonos poco por lo dulce».
Para empezar, diferentes investigaciones apuntan a que la tristeza tiene el poder de crear vínculos entre las personas. La clave está en nuestro instinto compasivo, que se origina «no solo en cualquier conexión entre humanos, sino en el vínculo entre madre e hijo, con el afán que impulsa a una madre a responder al llanto de sus críos». Esa compasión genera a menudo una mezcla de empatía y tristeza.
Por otra parte existen numerosos indicios de que la tristeza y la creatividad son dos expresiones humanas con una relación más que íntima. «Quienes trabajan en el mundo de las artes tienen una probabilidad entre ocho y 10 veces mayor de sufrir trastornos del estado de ánimo que el resto». Muchas otras investigaciones apuntan en el mismo sentido, y aunque las interpretaciones son variadas, las teorías más extendidas serían que «la adversidad provoca tendencia a retirarse a un mundo interior de imaginación» o que «los reveses emocionales propician un aumento de la resolución y la persistencia que ciertas personas aplican a su desempeño creativo».
Este ‘volcar’ la tristeza en una experiencia creativa también puede realizarse de forma vicaria. Eso explicaría nuestra tendencia a escuchar temas musicales tristes cuando nosotros lo estamos, en una especie de intento de sintonizar con la tristeza expresada por el creador. Así que, «si no puedes librarte de un dolor, conviértelo en una ofrenda creativa».
En definitiva, aunque sea difícil hacerlo en un mundo que no entiende la tristeza, aceptar la propia es conocerse y aceptarse a uno mismo en toda su dimensión. Y es el único camino hacia la completitud y la paz interior.
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de psicología en todo el proceso. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.