¿Qué es un trastorno bipolar?

El trastorno bipolar afecta a la regulación del estado del ánimo, su curso es crónico y recurrente y se manifiesta principalmente por episodios alternantes de sintomatología depresiva (episodios depresivos) y periodos de exaltación del humor e incremento de la vitalidad (episodios maníacos o hipomaníacos).

El trastorno bipolar comienza a manifestarse típicamente en la adolescencia, 3ª o 4ª década de la vida.

Se pueden diferenciar varios tipos: 

• Trastorno bipolar tipo I se alternan episodios maníacos, depresivos y mixtos.
• Trastorno bipolar tipo II se alternan episodios depresivos e hipomaníacos.
• Ciclotimia, una forma más leve de bipolaridad, se alternan numerosos períodos de síntomas depresivos que no llegan a alcanzar la intensidad o criterios suficientes de depresión mayor con otros períodos de síntomas hipomaníacos.

Principales síntomas:

• Episodios maníacos con euforia o irritabilidad, ideas de grandiosidad, aceleración del habla, hiperactividad, distracción, etc.
• Episodios depresivos con retardo psicomotor y/o hipersomnia, alteración del estado de ánimo, pérdida de interés, ciencia de energía, ideación suicida.  etc.

Cuando el trastorno comienza por un episodio depresivo es frecuente que se trate de una depresión leve de semanas o meses de duración, con enlentecimiento psicomotor y/o hipersomnia (que no debe confundirse con un estado de pereza). Estos síntomas luego evolucionan a manía.

Durante el episodio mixto coexisten síntomas de manía como la aceleración del habla, la hiperactividad y las ideas de grandiosidad junto con otros que aparecen en la depresión grave como la desesperanza, los sentimientos de culpa exagerados y la ideación suicida.

¿Cómo se trata el trastorno bipolar?

Aunque en la actualidad el trastorno bipolar no tiene cura, existen tratamientos específicos cuyo objetivo es controlar la enfermedad en su aspecto de recurrencia, intentando mejorar y prevenir los episodios maníacos y depresivos, así como la cronicidad, intentando que la evolución a largo plazo sea lo mejor posible.

El tratamiento se basará en el uso de fármacos, psicoeducación y psicoterapia en la que se ayuda al paciente a conocer aspectos de la forma de trastorno bipolar que presenta y cómo le afecta a cada persona en particular.

Unas medidas de estilo de vida saludable (regularidad en el horario, cuidar las horas de sueño, evitar el consumo de drogas, realizar ejercicio físico, etc.) ayudan a prevenir y controlar la sintomatología.

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