Signos de alarma en los pies de los niños tras la vuelta al cole

Signos de alarma en los pies de los niños tras la vuelta al cole

Recomendamos utilizar un calzado adecuado a la edad y actividad que realicen para permitir un buen desarrollo físico y motor.

Con motivo de la vuelta al cole, destacamos la importancia de prestar salud a los pies de los más pequeños, ya que cualquier anomalía en ellos puede ocasionar problemas en la espalda y en las piernas, incluso, afectar a la maduración de su marcha.

Estos son cinco signos de alarma que nos indican que necesitamos llevar al niño/a al podólogo:

  • Si anda de puntillas.
  • Los zapatos se desgastan rápidamente y duran menos de dos meses.
  • Se toca mucho los dedos de los pies (podrían picarles por alguna pequeña infección o hiperhidrosis).
  • Se caiga con demasiada frecuencia.
  • Camine con los pies muy hacia dentro.

A partir de los tres o cuatro años, como sucede con otras especialidades sanitarias, recomendamos hacer una primera revisión con un podólogo para valorar el desarrollo que están teniendo sus miembros inferiores.

Muchos padres se preocupan a esa edad porque ven que el niño o la niña tienen el pie muy plano, con poco puente, pero eso no es motivo de alarma. Lo que hay que valorar es si su pisada es armónica, natural. El podólogo podrá hacer esta valoración y lo hará teniendo en cuenta todo su conjunto locomotor desde la cabeza a los pies.

Junto a esto, nosotros también señalamos que en la adolescencia es muy frecuente la hiperhidrosis y, junto a ella, la aparición de hongos, eccemas, verrugas plantares o papilomas.

Es necesario utilizar un calzado adecuado a la edad y actividad que realicen para permitir un desarrollo físico y motor adecuado. Además, debido al rápido crecimiento de los niños, se aconseja revisar su calzado cada seis meses para comprobar que sigue siendo adecuado.

Entre las recomendaciones para escoger el calzado infantil, aconsejamos que sea flexible, que el interior no tenga costuras, que esté realizado con materiales flexibles y transpirables, que tenga cordones o velcro para proporcionar una sujeción eficaz y que la parte trasera esté correctamente ajustada al talón. Del mismo modo, hay que respetar el ancho del pie, intentar buscar hormas cuadradas y anchas para que los dedos de los niños tengan suficiente espacio y no se amontonen.

En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de podología. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.