El peso de la tartamudez (disfemia)
Frustración, miedo, rechazo, falta de comprensión y aislamiento son sentimientos que se asoman con mucha frecuencia en la vida de las personas con tartamudez. El desconocimiento sobre este trastorno, las bromas continuas y los prejuicios comunes dificultan su día a día. Muchas empresas rechazan sus candidaturas en las entrevistas o las apartan a puestos de poca responsabilidad. Los expertos coinciden en denunciar que la sanidad pública no reconoce a las personas con tartamudez (disfemia) una discapacidad y no cubre sus tratamientos, dejando a este colectivo «en tierra de nadie».
Quienes sufren este trastorno señalan el ámbito laboral como el entorno donde experimentan más discriminación. La Ley de Discapacidad garantiza un 2% de los puestos de trabajo en las empresas para quien tiene reconocida una discapacidad de al menos un 33%, pero casi nunca se les reconoce este mínimo a las personas con disfemia, según denuncia la Fundación Española de la Tartamudez.
Muy a menudo enfrentarse a la tartamudez afecta la vida familiar. Al principio cuesta aceptarla. Se te nubla la cabeza, no quieres hablar, no quieres pensar. Hay que aprender a convivir con ella, porque no se puede superar, sino solo controlarla.
Las familias que empiezan tratamientos para luchar con este trastorno tienen que hacer frente a una cantidad de gastos considerable. La Seguridad Social casi no cubre las visitas con especialistas. La atención por parte de la administración pública es casi cero.
En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de logopedia a afrontar el trastorno de la tartamudez (disfemia). + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.