¿Vas a comenzar el año a dieta? Mejor sigue estos consejos para comer sano

¿Vas a comenzar el año a dieta? Mejor sigue estos consejos para comer sano

Si has decidido comenzar el año comiendo más sano, haz caso a estos consejos. No solo lograrás una alimentación más saludable, también podrás perder peso sin pasarte la vida a dieta

Comer sano ya no debe ser un propósito de año nuevo, sino una obligación. Y es que una dieta saludable no solo nos hará sentir mejor y nos ayudará a alcanzar un peso óptimo, lo más importante es que contribuye a reducir el riesgo de algunas enfermedades como las cardiovasculares, diabetes o, incluso, el cáncer.

Seguir una dieta más saludable no es tan complicado. Ni requiere de más tiempo. Ni siquiera de grandes sacrificios. Simplemente, hay que saber qué alimentos escoger, cuántas ingestas hay que hacer al día, por qué es tan importante no saltarse comidas y qué cantidades son las más adecuadas para no engordar. 

Consejos para comenzar a comer saludable

Haz cinco comidas diarias. Los nutricionistas siempre insistimos en la importancia de las cinco comidas para controlar el hambre: tres comidas principales (desayuno, comida y cena, esta última, más bien ligera) y dos tentempiés a media mañana y a media tarde. Sin embargo, no todos los cuerpos son iguales ni las necesidades son las mismas. Por ello, cada uno debe valorar de forma individual la necesidad de seguir este consejo, aumentarlo o reducirlo. Las necesidades también están relacionadas con el gasto calórico. Así, puede haber personas que necesiten realizar solo cuatro comidas, y otras seis. 

Controla las cantidades. Después de pasar unos días excediéndonos con la comida, saltándonos los buenos hábitos y sucumbiendo a las tentaciones navideñas, como los productos llenos de grasa y azúcar, es difícil volver a la normalidad. Pero no imposible. Eso sí, debe hacerse poco a poco, ya que si el 1 de enero nos lanzamos a comer menos, probablemente el 10 ya nos habremos saltado este propósito. Lo ideal es que nos pongamos como objetivo reducir las cantidades, pero a medio plazo, para evitar que nos entre ansiedad por la comida. Como truco, puedes aumentar el contenido de fibra en la dieta, puesto que te ayudará a mantenerte saciada, así como los alimentos ricos en grasas insaturadas (grasas buenas) como las del aguacate, los frutos secos o el aceite de oliva virgen extra, que te aportarán energía y además te harán sentir más saludable. El aporte de alimentos ricos en azúcar debe ir reduciéndose poco a poco, ya que estos se consideran adictivos.

Acaba con todo aquello que te hace picar.Cuando hablamos de hacer dos tentempiés, no nos referimos a picotear a deshora y cualquier cosa y, menos, en Navidad. Y es que, cuando comemos a lo largo del día sin control, generalmente, nos lanzamos hacia las sobras de comida y los dulces, hábitos que pueden ser un gran problema en nuestra dieta. Y esto ocurre, sobre todo, en estas fechas en las que solemos cocinar de más, ya que es difícil calcular la cantidad justa para el número de comensales que se reunirá alrededor de la mesa navideña. Los dulces, como los turrones, los polvorones o los mazapantes (todos ellos productos con un gran aporte calórico), pueden durarnos hasta enero, contribuyendo a que comamos mal y arrastremos esos kilos de más. Lo ideal es que nos controlemos o que nos deshagamos de ellos pasadas las fiestas. Si seguimos el consejo anterior, es decir, hacer dos tentempiés sanos al día (por ejemplo, una pieza de fruta, yogur, frutos secos) nos será más fácil no caer en la tentación.

Nunca dejes de hacer ejercicio. Además de comer sano, para mantenerte en un peso saludable y reducir el riesgo de sufrir enfermedades, hay que hacer ejercicio. Y no hay excusas. Puedes caminar rápido, trotar, montar en bici, ir a la piscina, apuntarte a un gimnasio y asistir a clases dirigidas o contar con la ayuda de un entrenador personal que te ayude a planificar bien tu entrenamiento. Tienes múltiples alternativas. Y, además, puedes sumarte al entrenamiento de alta intensidad, con el que, en poco, tiempo puedes mantenerte en muy buena forma. Ponte en manos de un profesional que te ayude en la elaboración de una rutina.

    En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de nutrición con tú dieta. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.

    ¿Cuáles son los peligros del ayuno intermitente?

    ¿Cuáles son los peligros del ayuno intermitente?

    No hay duda de que el ayuno intermitente está de moda. Los adeptos a esta dieta crecen, sin gran evidencia científica que la sostenga. Lo cierto es que más allá de las declaraciones a favor del ayuno intermitente formuladas por afamadas personalidades, apenas existen estudios científicos confirmados que avalen la validez de esta fórmula, especialmente en humanos.

    Algunos estudios realizados con animales de laboratorio han demostrado que el ayuno intermitente mejora el metabolismo de la glucosa y beneficia a algunos indicadores de riesgo cardiovascular y que, incluso, favorece la pérdida de peso. En cambio, si hablamos de personas, tan solo encontramos resultados muy preliminares de investigaciones realizadas con grupos muy reducidos, heterogéneos y escasamente representativos.

    Con toda precaución, estos trabajos parecen indicar que el ayuno intermitente contribuye al descenso de la resistencia a la insulina, pero todavía no determinan que sea eficaz para adelgazar, un tema sobre el que hay mucha controversia.

    Asimismo, tampoco están suficientemente estudiados sus posibles peligros. ¿Es el ayuno intermitente perjudicial para ciertos tipos de personas? ¿Resulta compatible con la práctica deportiva? ¿Es sostenible en el tiempo? O lo que es lo mismo, ¿podemos hacer ayuno intermitente de forma sostenida con el actual estilo de vida que llevamos?

    ¿Es una dieta más alineada con nuestro ritmo biológico?

    El ayuno intermitente podría conectar directamente con nuestro reloj biológico y el ritmo circadiano: estamos programados genéticamente para vivir de día y dormir de noche. Nuestro organismo se regula con los ciclos de luz y oscuridad a través de un reloj biológico central en el cerebro. Este identifica cuándo es de día y cuándo de noche y organiza al resto de relojes periféricos en todos los órganos y tejidos para que estén activos durante el horario diurno y descansen en el nocturno. Es lo que llamamos ritmo circadiano.

    En el plano nutricional, nuestro metabolismo está preparado para comer durante unas determinadas horas del día y no hacerlo en el resto. Quienes defienden el ayuno intermitente aseguran que, si alineáramos mejor las ventanas de alimentación con la programación circadiana, mejoraría nuestra salud. Lo cierto es que nos hemos ido alejando de ese patrón y nuestro actual ritmo de vida ha ido alargando cada vez más las jornadas activas y le ha robado horas a la noche. Además, las luces que nos rodean y las diversas pantallas que nos acompañan envían estímulos a nuestro organismo despistándole e impidiendo que identifique que es hora de descansar… y no de jugar o ver la tele.

    En conclusión, la suma de todos estos factores ha propiciado que, desde las 7.30 de la mañana que podemos desayunar hasta las 21.30 que cenamos, nuestra ventana de ingesta de alimentos supere las 12 horas. Con todo ello, ¿comemos cuando le conviene a nuestro cuerpo… o cuando nos lo manda la vida que llevamos? ¿Es el ayuno intermitente más respetuoso con nuestro reloj biológico que cualquier otra dieta?

    Entonces, ¿debemos apostar por el ayuno intermitente?

    De momento, tan solo un mensaje debe quedar claro: no hay evidencia científica y, hasta que no la tengamos, no se debe seguir este tipo de tratamiento dietético porque puede no ser seguro. De hecho, el ayuno intermitente es ya una dieta no recomendada para personas diabéticas o con problemas renales.

    En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de nutrición en lo que respecta a tu salud alimenticia. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.