Entre el ‘Me gusta’ y la inseguridad: cómo afectan las redes sociales a las relaciones de pareja

Entre el ‘Me gusta’ y la inseguridad: cómo afectan las redes sociales a las relaciones de pareja

Las plataformas pueden facilitar la interacción y la comunicación, pero también crear falsas expectativas y potenciar los celos y la desconfianza. Es clave establecer unos límites entre la privacidad y la libertad individual

Nueve de cada diez españoles usan las redes sociales y pasan casi dos horas al día en ellas, según el informe Digital 2022 de la agencia We are social y de la plataforma Hootsuite. Es innegable la presencia que sitios como Instagram, WhatsApp y Facebook, entre otros, tienen en nuestras vidas y no sorprende que también se meta en las relaciones afectivas.

Colocar una foto de perfil con la pareja en una red social o indicar que se tiene una relación se asocia con mayor felicidad y satisfacción. Pero estas herramientas, que facilitan conocer a personas en cualquier momento, también se relacionan con celos y miedo a la infidelidad. Permiten observar cómo se relaciona la pareja con los demás y eso puede despertar temores e inseguridades. Un Me gusta dado a una determinada foto es una evidencia de atracción hacia otras personas, un comentario permite darse cuenta de cómo interacciona la pareja con otros. Ojos que ven, corazón que siente.

Según Naciones Unidas, el 95% de las conductas agresivas que tienen lugar en el ciberespacio están dirigidas hacia mujeres y llevadas a cabo por hombres.

En las redes sociales se reproducen situaciones que se dan en la realidad offline. Así, también son herramientas a través de las que se ejerce violencia y son las mujeres quienes la reciben más. Las acciones de violencia de género que más se dan en el entorno online son el control a través de las redes sociales, el robo de contraseñas, la difusión de asuntos íntimos y personales, la expansión de contenido sexual y la emisión de amenazas e insultos.

A pesar de todo esto, el efecto no es siempre negativo. En el estudio Influencia de las redes sociales en las relaciones de pareja, se encontró que las parejas encuestadas aseguraban que las redes sociales tenían una influencia más positiva (60%) que negativa (40%) en su relación. Entre los aspectos positivos destacaban que facilita la interacción y la comunicación. En el segundo grupo, que fomenta los celos y la desconfianza.

Las redes sociales pueden crear falsas expectativas sobre las relaciones y, por otro lado, generan una sensación de inmediatez que hace que, muchas veces, no seamos capaces de gestionar que no haya una respuesta tan rápida como nos gustaría. Esto genera desconfianza, reproches y presión. Pero también destaca la parte positiva en cuanto a que facilitan el mantenimiento de relaciones con nuestro entorno cercano, independientemente de la distancia. Al final, se demoniza un mero instrumento que no es ni bueno ni malo.

Cuestión de edad

Si se tiene en cuenta que entre la juventud el uso de las redes sociales es mayor, cabría esperar que la influencia de Instagram, WhatsApp y demás fuera más acusada entre parejas de menor edad. Las parejas de más edad, en muchos casos, no las utilizan de manera habitual o las tienen para uso informativo o para tener contacto con familia y amistades, y suelen marcar unos límites más definidos en cuanto a su privacidad. Sin embargo, cuando sucede algo relacionado con este tema, esas parejas más maduras llevan el conflicto a extremos más profundos, remueve sus cimientos de forma más intensa.

Se encuentran más complicaciones debido a las redes sociales entre parejas recientes, donde el vínculo aún no es estable. Aunque también las hay en parejas consolidadas en las que se han dado situaciones de celos o en las que han existido problemas en la comunicación.

Estas dificultades se suelen trabajar tanto a nivel individual como en pareja:

  • A nivel individual, abordamos temas como la dependencia emocional, el control de la impulsividad y la autoestima.
  • En pareja, trabajaremos las creencias irracionales sobre las relaciones de pareja (alimentadas muchas veces por los mitos del amor romántico), la comunicación no violenta y la expresión emocional saludable. También es importante dejar claros cuáles son los límites que separan lo que se comparte en pareja con la privacidad y la libertad individual. Todo esto suele redundar positivamente en la confianza mutua y en el establecimiento de conductas adaptativas.

La tecnología tiene el poder de iniciar, construir y mantener una relación, pero también el de dañarla. Depende del uso que le demos a esa herramienta.

Quizás vale la pena recordar que lo esencial es invisible a las redes sociales.

En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de psicología. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.

¿Problemas con tus relaciones sexuales?

¿Problemas con tus relaciones sexuales?

¿CUÁNDO ACUDIR AL SEXÓLOGO?

El sexo, a pesar de estar presente en nuestro día a día, ya sea en la televisión, en conversaciones, publicidad, etc., sigue siendo un tema tabú. Más aún, si se trata de hablar sobre alguna dificultad relacionada con la actividad sexual.

Nuestra educación sexual, por lo general, suele ser insuficiente por lo que en muchas ocasiones no disfrutamos de nuestras relaciones sexuales porque “me duele al realizar el coito”, “nunca he tenido un orgasmo”, etc. y por miedo a ser diferentes no comentamos con nadie lo que nos ocurre; o mucho peor, pensamos que es normal.

Sin embargo, existe la sexología, una ciencia que estudia todo lo relacionado con la sexualidad humana y que se centra tanto en la prevención como en la promoción.

Dentro de la prevención tenemos:

  • Prevención primaria: centrada en la educación sexual, investigación de la prevalencia de disfunciones sexuales, modificación de factores socioambientales para conseguir una sexualidad más saludable y dotar de recursos y habilidades para incrementar el erotismo.
  • Prevención secundaria: centrada en el desarrollo de técnicas diagnósticas y estrategias de intervención.
  • Prevención terciaria: centrada en aquellas personas en las que existe alguna disfunción sexual.

Cuando hablamos de promoción nos estaríamos refiriendo a la promoción sistémica de la salud sexual a través de una mejor salud general, entendiendo ésta como salud física, mental y sexual.

Áreas de intervención:

  • Disfunciones sexuales
  • Parafilias y agresiones sexuales
  • Terapia de pareja
  • Asesoramiento en el malestar en torno a la orientación sexual
  • Asesoramiento en la identidad sexual
  • Optimización de la sexualidad en personas con necesidades físicas especiales
  • Promoción de la salud sexual: educación de la sexualidad

Demandas más habituales:

  • Dolor genital pélvico (dispareunia): evitación de las relaciones sexuales debido al dolor genital pélvico durante las relaciones sexuales.
  • Dolor de penetración (vaginismo): trastorno fóbico que impide el coito debido a la contracción involuntaria de la musculatura del tercio externo de la vagina.
  • Trastorno de la excitación o del interés sexual en la mujer: cuando el interés en la actividad sexual, las fantasías/pensamientos sexuales o la excitación/placer sexual están ausentes o se han visto reducidos.
  • Trastorno del orgasmo: cuando no se consigue un orgasmo o la intensidad se ve marcadamente reducida después de una excitación normal con cualquier tipo de estimulación
  • Disfunción eréctil: incapacidad persistente o recurrente para conseguir o mantener una erección suficiente que permita realizar un acto sexual.
  • Eyaculación precoz: patrón en el que de forma recurrente o persistente la eyaculación durante la penetración se produce antes de los 2 minutos y antes de que lo desee el individuo.
  • Eyaculación retardada: la eyaculación y el orgasmo están ausentes o se presentan de forma retardada tras una fase de excitación sexual considerada adecuada, sin que el individuo desee ese retardo.
  • Bajo deseo sexual en el hombre: las fantasías/pensamientos sexuales eróticos y el deseo están ausentes o se reducen de forma persistente o recurrente.
  • Intervención en la sexualidad postparto: prevención y manejo de las alteraciones sexuales que pueden aparecer tras el parto.
  • Educación sexual afectiva a personas con discapacidad intelectual.
  • Intervención en sexología ante los tipos de cáncer más frecuentes.

Si te sientes identificado con alguna de estas dificultades, no estás sol@, podemos ayudarte a recuperar la plena satisfacción en tus relaciones sexuales.