Los beneficios de un buen desayuno para los niños

Los beneficios de un buen desayuno para los niños

Es recomendable alejarse de la bollería y apostar por alimentos salados y grasas saludables para romper el ayuno, no hacerlo correctamente puede afectar a la jornada escolar y a la conducta de los más jóvenes.

 

El desayuno es la comida más importante del día. Esta es una frase que resuena en la cabeza de los que son padres y madres y que repiten con frecuencia a sus hijos. ¿Es de verdad indispensable comer a primera hora para que la jornada escolar de niños y adolescentes sea más fructífera?

Parece ser que sí.

El desayuno es, sin duda, la comida estrella del día. Lo que comamos entonces nos preparará para sobrellevar la jornada escolar y, además, nutrirá nuestro cuerpo después de muchas horas sin comer. Es básico comer alimentos buenos y saludables y, por supuesto, levantarse con el tiempo suficiente para poder disfrutarlos.

Un mal desayuno, que no sea adecuado, puede provocar falta de concentración, mal humor, mareos, descenso del rendimiento (sobre todo en edad de crecimiento) y dolor de cabeza. En cambio, si los alimentos y las cantidades son adecuadas, sus beneficios son justo lo contrario, ya que mejoran el estado nutricional y la ingesta de la mayor parte de los nutrientes; estimulan la concentración y favorecen un alto rendimiento. Algunos estudios indican también que desayunar después de practicar alguna actividad física favorece el sistema inmunológico y la concentración en clase. Con solo caminar 15 minutos o jugar un poquito al fútbol ya sería suficiente.

La bollería suele ser el alimento más típico para el desayuno de los niños en España, pero hay que saber que tiene consecuencias difíciles de manejar, como propiciar picos de glucosa, lo que aumenta la inflamación, el hambre y los antojos durante el resto del día. Según detalla, es importante elegir opciones saladas para la primera comida del día que contengan carbohidratos complejos como guisantes, frijoles, granos enteros y hortalizas, y ellos combinarlos con grasas saludables  como aguacate, frutos secos, aceite de oliva y proteína de calidad.

¿Qué ocurre si el niño no quiere desayunar? Si nuestro hijo no quiere comer a primera hora deberíamos hacernos ciertas preguntas: ¿Tiene hambre por la mañana? ¿Cenó demasiado la noche anterior? ¿Le gusta lo que le preparo? ¿Le sienta bien el desayuno? o ¿Prefiere comer más tarde? Con las respuestas en la mano, podremos buscar, si es que tiene hambre, las mejores opciones para él.

Es muy necesario que los menores se acostumbren a apreciar aquello que están comiendo, darse cuenta de las texturas, poder incluso debatir positivamente si hay algún ingrediente que falta u otro que sobra. Crear una buena relación con la comida es muy importante. Para esto lo mejor es nada de tabletas, móviles o televisión.

Aquí te dejamos tres ejemplos de desayuno saludable. La idea es evitar todo aquello que contenga azúcar añadido o cereales refinados:

  • Pan elaborado con masa madre y fermentación larga, integral con aguacate y bonito, pavo, huevo, jamón serrano, queso de cabra u oveja o hummus. Opcional: un yogur con frutos secos y una pieza de fruta o un vaso de bebida de almendra con cacao puro.
  • Tortitas elaboradas con harinas integrales y agua. Añadimos por encima mantequilla de cacahuete sin azúcares añadidos y compota de arándanos o manzana elaborada sin azúcar.
  • Yogur entero de cabra, oveja o vaca con frutos secos, semillas, avena integral y fruta.

En Cesaplorca estamos a tu disposición. Déjanos ayudarte desde nuestra unidad de nutrición a ayudarte a programar la salud alimenticias de tus hijos. + info 968 100 006 o en nuestro formulario de contacto.